lunes, 29 de diciembre de 2008

Queso Cuartirolo, por favor, y Dvorak, sonando detrás con su Danzas Eslavas

Alguien que conozco, oye extasiado y sereno las Danzas Eslavas de Dvorak, y abre los ojos claros y algo tristes y me sonríe. Suspira y me dice que la música es increíble. Recorre con dedos temblorosos por momentos, una trompeta de oro reluciente, apenas deteriorada. La hace sonar, deja una base corriendo e improvisa sobre ella. Insulta temperamental e impaciente cada vez que algo le sale mal, y pareciera flotar sobre el suelo cada vez que las notas fluyen como él quiere. Cuando la deja, estalla de entusiasmo, y me asegura repetidamente que nunca disfrutó ningún instrumento tanto como la trompeta. Luego, me insiste para que la mira de frente, al hueco de donde viene el sonido. El estaño dorado enmarca el circulo negro cuyo fondo es imposible vislumbrar. Eso fascina a Joaquín.

Imagino:

El músico suspira y observa la luna. Su mitad esfumada en negro le recuerda un sueño.
En él, sus largos dedos se prolongaban en espárragos que se deshacían contra las teclas frías del piano. Joaquin se mira las manos y suspira nuevamente. La luna tiene bigotes. Una mitad de bigote escondido ahora, piensa. Un grillo se hace oir muy cerca, y él puede casi ver las notas generadas en cada roce de sus patas. Flotan en el aire nocturno desvaneciéndose una a una, dejando una brillante estela donde antes hubo un sonido.
El hombre-niño inclina la cabeza de ondulados cabellos oscuros con languidez, ensimismado. La soledad se escurre de sus dedos inmóviles y embebe la tierra. Una gota de soledad cae sobre una hormiga y ésta pierde el camino de vuelta al hormiguero.
El hombre-niño sonríe por dentro. Imagina que un espejo lo persigue. Pero él escapa dando saltos extraordinarios de planeta en planeta. Se esconde un instante detrás de una lluvia de meteoritos, pero el espejo corre ágil y grotesco para alcanzarlo. Quiere obligarlo a reflejarse en él, a quedar encerrado en una imagen definida para la eternidad. Joaquín escapa y la congoja se transforma en risa. Rie a carcajadas y hace muecas al espejo que transpira pesado y ridículo. Joaquín siente algo en un dedo; son sus uñas creciendo. ¿Por qué no puedo ser dueño del tiempo?. Se ha sentado a reflexionar y el espejo, de la sorpresa no ha sabido hacer otra cosa que detenerse junto a él y observarlo. ¿Para qué quiero el tiempo? piensa. El tiempo no existe, como la luna o las estrellas. No existe cuando mis manos hacen música contra las teclas.
Joaquín mira por sobre su hombro rápidamente y el espejo se sobresalta.
Continúa reflexionando: soy menos carne y hueso que música. Me escapo al tiempo.
Joaquin imagina su brazo oscureciéndose progresivamente. Toma forma de corchea, al igual que el otro brazo. Sus piernas se hacen finas como dos líneas de pentagrama,y su rostro, se vuelve una redonda. Se alza y enfrenta al espejo que ve como la cabezote balnca se parte en dos para dejar salir una carcajada burlona.

Tanto tiempo inclinado hizo doler el cuello a Joaquín, que vuelve a observar la luna. Su suave barba resalta oscura, contra el pálido de sus mejillas. Querría llorar.
Sin embargo sonríe. Desde algún lado, le ha llegado un sonido maravilloso. Un cello y una flauta traversa enredándose y tropezándose entre sí. Parece música, pero es una pelea, piensa Joaquín.

Deja el jardín en el que estuvo reclinado tanto tiempo y entra a su habitación. La ventana está abierta, la luna en lo alto.
No soy cobarde, dice observando a la luna.
Se acerca al espejo inmenso y antiguo de su fantasía que está apoyado contra una pared, sin quitar los ojos de la luna.
Lentamente mueve el rostro joven en dirección al espejo.Se encuentra con su propia mirada, honda y penetrante. Sus brazos delgados y fuertes no son notas.

Sin embargo, por alguna extraña razón, no se reconoce del todo.
Soy esto, piensa y se pellizca un brazo.
En cierta forma, agrega para si mismo, sin ningún atisbo de sonrisa. Toma la trompeta dorada que había dejado sobre la cama, y observa su imagen deformada en ésta con placer. Su rostro se transfigura mientras comienza a tocar en el silencio de la noche.


A vos Joaco. :)

2 comentarios:

Bernard dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bernard dijo...

Florcisss..... te quiero taaanntoo,
no te imaginas lo feliz que soy cuando leo tus cosas, es aire fresco, plenitud..... paz....
Sos maravillosa.